esterilización mascotas

La esterilización de los animales de compañía es un tema muy importante y que actualmente crea debate en nuestro país. En otros países de Europa, e incluso en Estados Unidos, la inmensa mayoría de mascotas se esterilizan a una edad muy temprana para evitar problemas de superpoblaciones y los consiguientes abandonos. Además de los motivos éticos, existen innumerables beneficios en cuanto a salud y comportamiento de los que no deberíamos privar a nuestros animales.

Beneficios de esterilización en perros y gatos

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Imagen tomada de http://buddygoldenretriever.blogspot.com.es

En el caso de los perros macho, evitaremos problemas de comportamiento asociados a las hormonas sexuales como pueden ser agresividad, dominancia, marcaje, escapadas detrás de las hembras… En los gatos, al no salir a la calle, el mayor problema son los maullidos nocturnos, el marcaje con orina en muebles, ropa, sábanas, etc., así como el peligro de caída de ventanas o balcones al asomarse en busca de hembras. Con la castración se evitan también futuros problemas prostáticos u hormonales.

Beneficios de esterilización en perras y gatas

En el caso de las perras, además de prevenir problemas de comportamiento, evitaremos el período del proestro durante el cual existe flujo sanguinolento y serán atractivas para los machos, con los inconvenientes que esto supone. Las gatas no tienen flujo pero suelen emitir maullidos muy molestos para los propietarios y los vecinos, y cada vez son más frecuentes e intensos. Además, en caso de una esterilización temprana, se previenen piometras (infecciones de útero) y tumores mamarios dependientes de estrógenos (hormonas sexuales). Estas dos patologías, cuya única solución definitiva es la cirugía son muy frecuentes en hembras de más de 10 años.

Muchos dueños son reacios a la esterilización porque les “da pena operar a su mascota siendo joven y estando sano”. La contrapartida es que, en muchos de los casos, el animal tendrá que ser intervenido, a veces de urgencia, cuando alcance una edad, con un estado de salud mucho más deteriorado, y habiendo desarrollado una patología como las descritas anteriormente.

La edad idónea para la esterilización

La edad idónea para la esterilización varía según el criterio del clínico que vaya a realizar la cirugía. Nosotros recomendamos realizarla una vez hayan pasado su primer celo (estro). En el caso de las perras, esto suele ocurrir entre los 6 y los 9 meses en razas pequeñas, pero puede alargarse hasta los 12-24 meses incluso en razas gigantes. Es recomendable intervenir cuando haya terminado este periodo totalmente, por lo que podemos esperar unos 2-3 meses una vez hayan dejado de sangrar. En las gatas el primer celo viene en torno a los 5-10 meses y, al ser poliéstricas continuas, no siguen un ciclo regular, por lo que deberemos intentar quedar para la cirugía cuando no esté en celo, pero no podremos hacer cálculos como en las perras, que suelen tener un celo cada 6 meses.

En los machos, lo ideal según nuestro criterio es esperar a que hayan alcanzado la madurez sexual, esto es, una edad mínima de 7-10 meses en perros y de 4-8 meses en gatos, siempre y cuando no tengamos ningún problema de comportamiento antes (marcaje con orina, agresividad…) en cuyo caso se podría adelantar siempre bajo supervisión del caso por un veterinario.

Cirugía

La única opción definitiva para obtener estos beneficios es la cirugía. Si bien es cierto que existe un riesgo anestésico, éste es mínimo puesto que en general se trata de animales jóvenes y sanos. Se recomienda realizar un chequeo analítico previo, para comprobar que el animal no tiene anemia ni infecciones y que tanto el hígado como los riñones funcionan correctamente, de cara al mantenimiento de la anestesia. Esto se puede realizar el mismo día que la cirugía.

En caso de los machos es muy sencilla: se trata de la resección de los testículos, para eliminar así la fuente de testosterona. En las hembras nosotros recomendamos retirar útero (para prevenir futuras piometras) y ovarios (para evitar el celo y la estimulación hormonal que puede conllevar la aparición de tumores de mama). Es una cirugía algo más compleja, pero de la cual suelen recuperarse rápidamente. En principio no es necesario que los animales se queden ingresados, pero sí que despierten en las instalaciones del hospital, para evitar posibles complicaciones anestésicas.

Es cierto que existen castraciones químicas, bien mediante el uso de implantes o bien con pastillas o “pinchazos” a intervalos regulares. Los implantes se colocan mediante una inyección subcutánea e inducen una esterilidad transitoria en los perros macho sexualmente maduros y sanos. La principal ventaja es que evitamos la anestesia del animal, pero el coste es elevado y debe repetirse cada 6 meses. Los medicamentos inyectables y/o las pastillas a base de hormonas se administran en hembras (tanto perras como gatas) a intervalos regulares para bloquear o retrasar el celo, pero a la larga aumentan el riesgo de padecer piometra.