sarro perro placa dental

Es fundamental que el propietario se conciencie de la necesidad de prevenir el desarrollo del sarro o placa dental de su mascota. Los perros y gatos, igual que sucede en los humanos, presentan una dentadura provisional (dientes de leche) que precede a la definitiva. El cambio comienza por los incisivos (sobre los 4 meses de edad) y termina con los molares entre los 10 y 12 meses en el caso de los perros. Esto quiere decir que prácticamente todos los perros de un año tienen ya la dentadura que les acompañará el resto de su vida, de ahí la importancia de una buena higiene y mantenimiento dental.

Qué es el sarro o placa dental

La alteración más fácilmente detectable por los propietarios es el “sarro o placa dental” que se produce como resultado de la cristalización de las sales minerales de la saliva y del depósito de restos de comida, células y gérmenes en los dientes. Como consecuencia se aprecia un oscurecimiento de la dentadura y una marcada halitosis (mal aliento), característica de la mayoría de enfermedades bucodentales.

Las complicaciones empiezan cuando el sarro progresa hacia la encía e incluso al hueso que sirve de soporte para el diente, debilitándolo y provocando la caída de las piezas afectadas, además de otras enfermedades asociadas.

Existen diversos productos comerciales que pueden ayudar al propietario a mantener la boca de su mascota, desde soluciones orales que se administran con el agua de bebida a modo de enjuague bucal (no contienen flúor por lo que la mascota puede ingerirla sin ningún efecto secundario) hasta cepillos dentales adaptados con pasta dentífrica, pasando por premios específicos, piensos de prescripción veterinaria, sprays, geles…

placa dental perro

Es fundamental que el propietario se conciencie de la necesidad de prevenir el desarrollo de placa dental basándose en unos hábitos higiénicos mínimos puesto que, una vez instaurado, el sarro solo puede eliminarse mediante una limpieza mecánica o por ultrasonidos. En casos más avanzados, puede ser necesaria la extracción de las piezas más afectadas, y si existe alteración de la encía puede ser necesaria la administración de antisépticos y antibióticos vía oral.

Es recomendable acudir al veterinario como mínimo una vez al año (se puede aprovechar la vacunación anual), quien realizará una revisión completa a cada paciente y valorará la necesidad de realizar una limpieza bucal. Recuerda que durante este mes de enero tenemos en marcha la campaña de salud dental con un 40% de descuento en el Hospital Veterinario Cruz Cubierta.