Aquí os presentamos a Bryan, es un Beagle de 7 años que comenzó con problemas de piel con apenas 5 meses de edad. En un principio los síntomas eran leves, picor generalizado a temporadas, que se solucionaban con champús especiales y complejos vitamínicos. Se le hicieron pruebas como raspados y tricogramas que descartaron procesos infecciosos como sarna u hongos.
Alergia y picores
A los tres años, el picor empezó a ser más intenso y más frecuente, por lo que decidimos hacer un panel de alérgenos ambientales, para determinar las causas de su posible alergia. Los resultados fueron positivos a varios tipos de ácaros y plantas. Se le realizó el protocolo de vacunación para su alergia y el picor remitió, pero no de forma completa. Fue necesario durante temporadas bastante largas administrar dosis muy reducidas de corticoides vía oral puesto que era lo único que conseguía calmarle el picor.
Problema de tiroides
Hace aproximadamente 6 meses, Bryan tuvo una pérdida de peso importante y en una de sus revisiones vimos el abdomen péndulo, falta de densidad de pelo muy evidente, sobre todo en la cola… Se le realizó una analítica general que evidenció triglicéridos y colesterol muy elevados. Enviamos sangre al laboratorio para un perfil hormonal, y tras varias pruebas de confirmación detectamos un problema en la glándula tiroides de Bryan. Instauramos tratamiento y en los dos controles posteriores conseguimos normalizar los resultados.
Dermatosis asociada al uso de corticoides
Pero hace unos 5 meses, Bryan acudió a nuestro centro con una lesión en la zona de la cruz muy evidente, con la piel muy enrojecida y con lesiones costrosas que sangraban al rascarse. La zona afectada cada vez era más grande, por lo que decidimos hacer una biopsia, mediante la cual descartamos procesos tumorales, y cuyo diagnóstico exacto fue “dermatosis hiperplásico-costrosa con masiva calcinosis dermal, asociada al uso de corticoides”. Esto quiere decir, que Bryan estaba comenzando a tener problemas graves de piel por el consumo de corticoides a largo plazo que se había hecho necesario para solucionar sus problemas con los picores.
Retirada y cambio de medicación
Una vez más volvimos a plantearnos la necesidad, esta vez ya sí de forma imperiosa, de retirarle a Bryan su medicación, pues le estaba acarreando grandes complicaciones. Este tipo de medicación no se puede retirar de forma radical, y mucho menos después de tanto tiempo, por lo que comenzamos a bajar las dosis de forma progresiva. Además, incluimos otro tipo de medicación para el picor y los problemas dermatológicos de forma crónica y seguimos tratando y controlando su problema tiroideo.
Dos meses después de la biopsia, Bryan vino a su revisión y estaba totalmente recuperado. Os dejamos unas fotos para que podáis ver el “antes” y el “después”.
Bryan antes y después de retirarle la medicación de corticoides.
Este caso nos debe hacer reflexionar sobre las contraindicaciones de los medicamentos. Es cierto que los problemas alérgicos en perros y gatos son insidiosos y muchas veces desesperantes para el propietario porque, pese a no ser procesos graves, no tienen una curación definitiva, sino que se busca una remisión y conseguir un estado de bienestar del animal. Son animales que se rascan continuamente, se les cae mucho el pelo… y los dueños se preocupan al ver que esto perdura en el tiempo, pero administrar medicación de forma no controlada o durante demasiado tiempo puede acarrear problemas graves de salud a nivel renal, hepático, adrenal o incluso generar una diabetes. Por suerte, nuestro amigo Bryan únicamente presentó dermatosis, lesiones en la piel que se han resuelto de forma satisfactoria.
Aquí lo tenemos junto a su hermana Nela:
