El Agility es una competición canina abierta a cualquier tipo de perro, si bien es cierto que existen determinadas razas como el Border Collie, el Pastor Belga, Caniche… con unas condiciones tanto físicas como de comportamiento, idóneas para practicarlo.
En qué consiste el Agility
Consiste en hacer al perro superar diferentes obstáculos con el fin de valorar y potenciar su inteligencia y agilidad. Se trata de una actividad educativa y deportiva que favorece la buena integración de nuestras mascotas dentro de la sociedad.
Esta disciplina implica una relación armónica entre el perro y su guía, lo que redundará en la perfecta relación del equipo. Por lo tanto, es necesario que los participantes posean las bases elementales de educación y obediencia.
En un principio puede resultar una excusa perfecta para hacer ejercicio y disfrutar de nuestro perro, pero puede llegar a convertirse en una afición y llevarnos a la competición. El perro disfruta de la compañía de su propietario, lo ve como un juego puesto que obtiene recompensas al superar cada obstáculo y hace ejercicio, lo cual resulta fundamental para conseguir una óptima condición corporal y un buen estado de salud en general.
Las pruebas caninas de agilidad nacieron en el Reino Unido en el año 1977 y están inspiradas en los concursos hípicos de salto. El perro debe superar un recorrido con obstáculos diversos, siguiendo unas reglas específicas en cada uno de ellos recogidas en un reglamento de carácter Internacional. El dueño-guía, puede animar a su perro en todo momento, sin llegar a tocarle, ni llevar nada en sus manos (para enseñar al perro durante las clases se utilizan premios o juguetes que le motiven, pero éstos no podrán ser usados en la competición).
La finalidad del concurso es que el animal supere todos los obstáculos con el menor número de fallos en el mejor tiempo posible y siguiendo un orden concreto establecido por el juez antes del comienzo de la competición (el dueño podrá llevar a cabo un breve reconocimiento del circuito con el fin de memorizar y planificar la estrategia a seguir en la conducción del perro). El perro deberá ir suelto durante el recorrido, pero atarse una vez termine o antes de comenzar, para no molestar a otros participantes.
Categorías
Existen tres categorías en función del tamaño del perro: pequeña (perros de <35 cm a la cruz; medianos de 35-43 cm y grandes >43 cm a la cruz).
Obstáculos en el agility
Los obstáculos son muy diversos, desde los básicos como las vallas y los túneles hasta otros más complejos como el slalom, la empalizada o el balancín. Cada uno tiene sus propias normas, el perro no debe sólo superarlos sino hacerlo de una forma concreta, y siempre en el menor tiempo posible.
Como ya hemos explicado al inicio de este artículo, pueden participar en las competiciones perros de cualquier raza, pero siempre mayores de 18 meses y en buen estado de salud. En caso de querer practicar este deporte con nuestra mascota deberemos esperar a que entre en la edad adulta para que sus huesos y sus articulaciones estén bien formados, pero es recomendable comenzar las clases de obediencia desde bien jóvenes (una vez tengan todas sus vacunas, por supuesto) ya que los cachorros son más fácilmente moldeables y aprenden con mayor facilidad.