fractura de caparazón en tortuga

Esta es Churri, una tortuga macho de orejas amarillas o Trachemys scripta scripta, de unos 6 años de edad y unos 150gr de peso.

Churri vino porque, además de presentar alteraciones anatómicas por malnutrición, decidió explorar mundo y la única forma que encontró para salir de casa fue saltando desde un tercer piso. Sus dueños lo trajeron al hospital veterinario lo antes posible para que la curásemos.

Fractura de caparazón en tortuga de orejas amarillas

Este tipo de fractura de caparazón en tortuga es muy común, principalmente por caídas desde cierta altura, pero también por mordeduras de perros,  atropellos,  maquinaria como el cortacésped…

Este caso de la tortuga paracaidista se produce porque las tortugas semiacuáticas actúan bajo un instinto innato de tirarse al agua, ya que en su ambiente natural cualquier pendiente negativa o discontinuidad de la superficie supone que haya un río o lago, es un instinto de supervivencia.

Cómo prevenir la caída

Por ello, es imprescindible prevenir una posible salida del acuaterrario: básicamente deberemos situarlo en una zona donde haya distintos gradientes de temperatura e iluminación solar, de manera que la tortuga pueda escoger dónde colocarse ya que son animales ectotermos y utilizan la temperatura ambiental para regular su temperatura corporal.  Además, deberemos utilizar una malla metálica para cubrir cualquier hueco o rendija por donde pueda escaparse o dejarse caer; por último, es importante supervisarlas cuando las coloquemos cerca de terrazas o ventanas.

Tratamiento de la fractura de caparazón en tortuga

Churri tuvo mucha suerte porque vino con una fractura de espaldar que le llegaba hasta la mitad de su caparazón pero según comprobamos ni la cavidad celómica ni los pulmones se vieron afectados por el traumatismo, la hemorragia había sido mínima. No obstante, se decidió hospitalizar 24 horas para tenerla en observación permanente, con buena temperatura ambiental y suministro de oxígeno. Sus propietarios accedieron a hacer una reparación de su caparazón.

Una vez Churri fue estabilizado y sedado, comenzamos aproximando la fractura, la unimos con un cerclaje de nylon y la sellamos con resina de epoxy para que pudiera empezar a hacer vida normal. Aplicando todas las medidas como la medicación, una temperatura entre 28-30ºC, aporte de luz solar directa, corrección de la alimentación y suministro de calcio y vitaminas, el caparazón tardará entre uno y dos meses en cerrar la fractura por completo.

Os iremos informando de cómo evoluciona la herida de Churri.

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