Los cinco sentidos en perros y gatos

Este artículo puede ser de gran interés para comprender a nuestros amigos, para entender lo que nos diferencia y valorar mejor sus necesidades.

 

VISTA
Anatómicamente existen en la retina dos tipos de fotorreceptores: los bastones y los conos. Los primeros son los que se emplean para la visión en penumbra. Los segundos diferencian los colores en presencia de una mayor intensidad de luz. En los perros y gatos la presencia de bastones es proporcionalmente muy superior a la de los conos, por lo tanto ven mucho mejor que nosotros en la oscuridad pero tienen una menor visión de gama de colores. La diferencia sería más o menos esta:

Visión perros - humanos

En lo que respecta a la percepción visual de las formas o más específicamente de sus detalles, es inferior en los perros y gatos con respecto a los humanos, por ello muchos se asustan y/o empiezan a ladrar a bolsas de la compra que se mueven, a un sombrero o a una chaqueta colgada de una percha.

Por el contrario, estos animales son muy superiores a nosotros, alrededor de unas diez veces, para percibir los movimientos sutiles de las cosas, lo que les sirve de gran ayuda para cazar.

El campo visual del perro y del gato es mucho más ancho horizontalmente hablando. Los humanos vemos en un ángulo de 125 grados aproximadamente, mientras que los perros tienen un ángulo visual de unos 250 grados y los gatos de 280 aproximadamente.

Por último la capacidad de ver a distancia de gatos y perros tiene un alcance menor que en los seres humanos, por ello nunca suelen mantener la mirada fija. Si lo hacen simbolizará una señal de ataque al oponente por lo que nosotros tampoco deberíamos mirarlos fijamente, ya que para ellos va a tener una mala interpretación y se sentirán amenazados e intimidados.

 

OÍDO
En comparación con los humanos, nuestros amigos tienen un sentido del oído muchísimo más desarrollado. El sonido se transmite por medio de ondas, cuya frecuencia de vibraciones se mide en unidades llamadas hercios (Hz). El promedio del espectro auditivo del ser humano es de 16-20.000 Hz, mientras que el de los perros es aproximadamente de 20 a 65.000 Hz, como el de los gatos.

Todo esto por lo tanto les permite percibir sonidos muy débiles que son totalmente inaudibles para nosotros desde una mayor distancia.
Además los perros tienen 17 músculos para mover sus orejas en dirección al sonido que escuchan y los gatos aproximadamente 32, los humanos sólo nueve y la mayoría sólo utiliza uno o dos.

Añadir que sobretodo los perros son muy sensibles a los distintos tonos de voz, diferenciando los agudos de los graves y demuestran una respuesta muy positiva ante tonos tranquilos y relajados.

 

OLFATO
A modo de ejemplo podemos señalar que el hombre posee alrededor de cinco millones de células olfatorias en su cavidad nasal, las cuales ocupan un área de 500 milímetros cuadrados, mientras que los perros y los gatos poseen aproximadamente 220 millones de células. Algunos científicos han comprobado, mediante diferentes estudios, que la capacidad en estos animales podría superar en alrededor de un millón de veces a la de los humanos.

El olfato en los perros, es 10.000 veces más sensible que su gusto permitiéndole llegar a detectar olores que se encuentran hasta a doce metros de profundidad bajo tierra.

Los perros y gatos pueden oler gran variedad de olores y distinguirlos, incluso olores que nosotros ni notamos. Tienen un órgano llamado órgano de Jacobson (u órgano vomeronasal) que está situado por detrás de la mucosa olfatoria y se comunica con la cavidad bucal. Este órgano les permite extraer olores del aire, de sustancias lamidas o ingeridas, y también les permite detectar las feromonas mediante las cuales se comunicarán con sus congéneres.

Gracias a este gran sentido los perros nos pueden ayudar a rescatar personas después de terremotos o catástrofes naturales, localizar drogas o distinguir el cáncer de próstata en la orina de un ser humano.

 

GUSTO
El sentido del gusto es de los menos desarrollados en estos animales y de los menos estudiados. Son capaces de distinguir los sabores dulce, salado, amargo y ácido pero muy asociado al olfato, por lo que el alimento lo disfrutan a través de los olores que desprende, no de su sabor. Parece ser que el gato no tiene sensibilidad o no detecta el sabor dulce pero come alimentos dulces. En cambio podría llegar a rechazar el alimento si es muy ácido.

 

TACTO
El sentido del tacto en el perro se limita a los pelos sensibles que tiene alrededor de sus ojos, su hocico y debajo de su mandíbula que comúnmente se denominan “bigotes”, a las almohadillas que tienen en sus patas y a las poco desarrolladas células cutáneas y del pelo que están directamente asociadas a extensiones nerviosas mayormente a lo largo de su columna vertebral.

Aprovechan este sentido como ayuda extra para comunicarse con su entorno y recopilar información sobre todo lo que les rodea. Además les ayuda desde cachorros, cuando todavía no pueden ver, ya que utilizan este sentido para ubicar donde está su madre y sus hermanos.

Es por este sentido que les resulta placentero y relajante que les acaricien y a su vez la persona que acaricia al perro obtiene los mismos beneficios. La sensibilidad al dolor de los animales es muy variada dependiendo de la percepción de cada individuo.

Recalcar que mediante los labios y la lengua también pueden identificar objetos.

En cambio, en los gatos el tacto es uno de los sentidos más importantes. Por medio de éste pueden apreciar las presiones, el calor, el frío y el dolor y así conocer el medio que les rodea. Los receptores táctiles más desarrollados y utilizados están localizados en la cara y en las almohadillas plantares.

En la cara se encuentran los “bigotes” que son pelos con una rigidez tal que no se doblan al tocar superficies por lo que con ellos pueden palpar e investigar objetos además de ayudar a orientarse en la oscuridad porque son sensibles a las corrientes y a las presiones del aire.

También es de gran importancia la piel desnuda de la nariz que tiene finos receptores al tacto y a las temperaturas por lo que pueden determinar con ella la temperatura, consistencia y olor del alimento que van a ingerir.

Las almohadillas plantares transmiten al cuerpo la postura que éste debe adoptar a medida que el animal se va desplazando. Además tiene una función táctil y las emplean para investigar el tamaño, textura, forma y distancia de un objeto.

En este lugar la sensibilidad es tan delicada que a la gran mayoría les pone de mal humor que les acaricien esa zona.

Se ha estudiado que la piel de los gatos, salvo en la zona de la cara, puede soportar temperaturas mucho más elevadas que la piel del ser humano, no recibiendo señales de dolor hasta que alcanzan temperaturas de 52 grados, por lo que es común verles dormir sobre estufas calientes o demás objetos similares.

Resulta interesante conocer a nuestras mascotas y ver que icluso siendo muy diferentes, la conexión que existe entre nosotros es asombrosa.

Imagen tomada de http://visionenanimales.blogspot.com.es