cinco sentidos en los perros

En la clínica diaria es muy frecuente hablar con clientes que “humanizan” a sus mascotas y que tienden a pensar que su perro ve igual que ellos o que tiene igual de desarrollado el sentido del gusto y por eso “se cansa” de comer siempre lo mismo.

Los cinco sentidos en los perros

Con este artículo vamos a intentar desmontar esos mitos y explicar cómo son los órganos de los sentidos en los perros.

El sentido de la vista en los perros

Los perros ven mejor los objetos a una determinada distancia cuando están en movimiento, puesto que su sentido de la vista ha ido evolucionando a lo largo de los años para poder cazar (por eso ven pelotas y otros objetos que les lancemos lejos para jugar, pero no tanto cosas que se encuentren fijas a larga distancia).

Según la raza, también podemos observar variaciones, por ejemplo, los perros de caza tienen los ojos situados de forma frontal para distinguir mejor las piezas de caza mientras que los pastores tienen los ojos en posición más lateral para tener un mayor ángulo de visión.

Por otra parte, la escala de colores que perciben los perros es mucho más reducida que la de los humanos (distinguen los azules y violetas, los amarillos y la escala de grises).

Por el contrario, su visión nocturna es mejor que la nuestra puesto que tienen una gran capacidad de dilatar la pupila, lo que permite que cualquier pequeño estímulo luminoso estimule su retina.

El sentido del oído en los perros

El perro tiene un oído dos veces más fino que el del hombre, pues percibe frecuencias sonoras hasta 2.5 veces superiores a las percibidas por el hombre, captando incluso ultrasonidos.

Además distinguen muy bien entre diferentes sonidos, pudiendo discernir entre las palabras pronunciadas por sus amos, los sonidos del motor de su coche etc.  Además, el pabellón auricular es móvil, por lo que pueden orientarlo según el origen de los sonidos para favorecer la audición.

El olfato en los perros

Los perros tienen un sentido del olfato sumamente desarrollado por lo que puede considerarse “su sentido estrella”. Les sirve para la caza, para orientarse, para la comunicación con otros animales y con el hombre así como para seleccionar sus preferencias alimenticias (esto significa que los perros eligen la comida más por su olor que por su sabor, en contra de lo que se pueda pensar, ya que si el olor no les agrada no llegarán ni a probarlo).

Otro dato curioso es que los perros reconocen a sus amos y su casa principalmente por el olfato y no por la vista. Con respecto al hombre, el olfato del perro está un millón de veces más desarrollado y el número de células cerebrales destinadas a la interpretación de los olores es 40 veces mayor.

El sentido del gusto

En los perros, este sentido va estrechamente ligado al olfato, asociándose ambos para determinar la apetencia por los alimentos.  La sensación del gusto se forma en las papilas gustativas que están presentes en la lengua, el paladar y la faringe. Estos receptores están presentes entre 4 y 6 veces menos que en el hombre por lo que los perros pueden consumir toda su vida el mismo alimento si les gusta (lo cual es muy aconsejable).

El sentido del tacto

Los perros tienen un sentido del tacto similar al de los humanos, siendo capaces de percibir frío, calor, dolor… a través de la piel. Además, los perros tienen unos pelos táctiles más largos en el hocico, las cejas y el mentón, denominados vibrisas, ricos en terminaciones nerviosas y por lo tanto más sensibles. En contraposición, las almohadillas plantares no les permiten recoger información demasiado precisa del terreno.

Por último, recordaros que al igual que las personas, los perros van perdiendo facultades conforme se hacen mayores, por lo que su visión y su oído van empeorando, pero el sentido del olfato se mantiene prácticamente intacto, y es el que les ayudará a orientarse.