Caso clínico de obstrucción esofágica

Lola es una hembra de Yorkshire Terrier de unos 8 años, que comenzó a encontrarse mal dando un paseo con su dueña el día de Nochebuena. De repente comenzó a vomitar y tirar espuma por la nariz, por lo que la dueña, asustada, acudió a nuestro hospital veterinario rápidamente, donde llevamos tratando a Lola desde que era un bebé.

Realizamos una radiografía del tórax y se confirmaron todas nuestras sospechas: Lola tenía un cuerpo extraño atascado en el esófago, a la altura de la base del corazón, probablemente un hueso que habría “robado” por la calle. En esta imagen vemos la citada radiografía.

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Tratamiento de obstrucción esofágica

En primer lugar, sedamos de forma inmediata a Lola puesto que estaba teniendo problemas respiratorios graves y la sondamos para ver si se podía intentar empujar el hueso hasta el estómago, pero era muy grande y estaba totalmente atascado.

Ante el mal estado de nuestra paciente y la urgencia del caso, rápidamente hablamos con sus propietarios y, lo antes posible, decidimos intervenirla quirúrgicamente para extraer el cuerpo extraño desde el estómago. Fue una cirugía complicada pero al final conseguimos extraer el hueso. Lola permaneció ingresada en nuestro centro 36 horas con sueroterapia intravenosa para permitir a su tracto digestivo una mejor recuperación. En la imagen siguiente podemos observar el hueso que Lola se tragó.

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Le dimos el alta cuando comenzó a tolerar líquidos. Lola no presentaba fiebre y el estado general de la perrita era muy bueno. Actualmente está en casa con dieta blanda pero viene a revisar y medicar a diario, ya que debemos asegurarnos de que su recuperación es completa. Afortunadamente se pudo tratar el caso a tiempo y la evolución de Lola ha sido estupenda. En esta última imagen podéis verla en una de sus visitas de control.

Obstrucción esofágica por hueso navideño en una perra