coprofagia

La coprofagia o ingestión de heces es un problema muy frecuente en perros y muy desagradable para los propietarios.

Se considera normal únicamente cuando se asocia a la conducta maternal en las primeras semanas de vida de los cachorros, donde la madre come las heces de éstos para mantener limpio el nido.

Diferentes tipos de coprofagia

Diferenciaremos tres tipos de coprofagia:

  • Perros que comen sus propias heces.
  • Perros que comen heces de otros perros.
  • Perros que comen heces de otros animales o humanos.

La causa de la coprofagia no suele ser fácil de valorar. Puede haberse originado por algo y luego mantenerse en el tiempo como una costumbre o vicio que parece resultar agradable para muchos perros.

Lo primero será acudir al veterinario para descartar causas orgánicas como:

  • Deficiencias nutricionales por falta de alimento o dietas pobres en vitaminas y minerales.
  • Insuficiencia pancreática exocrina.
  • Problemas que produzcan mala absorción intestinal como parásitos intestinales, etc.
  • Enfermedades y fármacos que producen hambre y ganas de comer.
  • Una vez descartadas las causas orgánicas nos quedan las inorgánicas o comportamentales que pueden ser:
  • Comer heces porque resulta agradable, es una conducta auto-reforzante.  Las heces pueden saber u oler de manera agradable para los perros y ser muy palatables (sobre todo las de humana).
  • Como conducta exploratoria, principalmente en cachorros que lo prueban todo. Un ambiente sucio y poco enriquecido favorecerá esta conducta.
  • Como conducta reforzada sin querer por los propietarios, es decir cuando lo hacen consiguen que se les haga caso, aunque sea con castigo, y lo siguen haciendo para conseguir atención.
  • Como conducta de evitación de un castigo: algunos perros asocian el castigo del propietario a la presencia de heces, de manera que eliminando esta señal evitan el castigo. En estos casos el perro ingiere sus propias heces.
  • Imitación de la madre o de otros perros.
  • Como liberación en situaciones de estrés para el animal.

Tratamiento de la coprofagia

El TRATAMIENTO para eliminar este problema está basado en los siguientes puntos:

  • Distribuir la comida en varias tomas al día, recomendándose tres y manteniendo un horario regular.
  • Aumentar el volumen o la cantidad de fibra en la ración para favorecer la sensación de llenado.
  • Controlar la ingestión de heces durante el paseo, incluso poniéndole un bozal, pero siempre positivizándolo primero para que no lo vea como un castigo.
  • Reforzar la obediencia con el propietario.
  • Premiar SIEMPRE que pase cerca de las heces y las ignore.
  • Evitar el castigo.
  • Mantener limpio el ambiente e intentar supervisar al perro cuando vaya a defecar para retirar las heces lo más rápidamente posible.
  • Enriquecer el entorno y evitar el refuerzo de la conducta para que el perro dé mayor importancia a otras actitudes como jugar, pasear o aprender órdenes nuevas.
  • Se pueden utilizar estrategias para crear aversión a las heces, incorporando en las mismas alguna sustancia desagradable para el perro. Sin embargo, esta técnica es complicada de aplicar y no siempre da buenos resultados ya que el perro puede identificar con el olfato las heces tratadas o puede que ninguna sustancia le resulte lo suficientemente aversiva como para no comerlas.

No es fácil, pero si padecemos un problema de este tipo podemos solucionarlo. Siempre debemos  acudir al veterinario para que nos ayude y oriente a afrontar de la mejor manera posible el trastorno de vuestra mascota.