En la época de buen tiempo comienza uno de los problemas más cotidianos en las clínicas veterinarias: es el molesto problema que puede ocasionar cualquier cuerpo extraño que se introduce en distintas localizaciones del cuerpo de nuestras mascotas.
Las espigas, cuerpo extraño frecuente
Un cuerpo extraño de los más frecuentes son las temidas espigas, ya que, por su estructura, cónica, el avance de la espiga siempre es hacia adelante y nunca en sentido contrario.
De ahí que si entra por un orificio como puede ser un ollar de la trufa (orificio nasal) o el conducto auditivo externo del oído o si se clava entre las almohadillas de las patas, puede avanzar internamente provocando infecciones, fístulas, y, secundariamente, cojeras.
Todo esto hace que sea particularmente molesto y, dependiendo de dónde se aloje, puede desencadenar determinadas patolgías como podemos ver a continuación.
Caso clínico
En el caso que presentamos se trata de Wendy, una perrita que no tiene aún ni un año, y se presenta en el Hospital veterinario Cruz Cubierta con molestias en el ojo y las orejas. Después de un examen y de la correspondiente intervención extraemos, ni más ni menos, una espiga en el ojo derecho, otra en el oído derecho y otra más en el izquierdo.
La espiga que extraemos del ojo derecho le ha dañado la córnea provocándole una úlcera corneal, que en la foto que vemos a continuación se identifica porque está teñida con el colorante verdoso.
