Os comentamos en este artículo una operación de fractura de tibia en un gato. Kero es un gato común europeo de 3 añitos y unos 5 kilos de peso que acude a nuestro hospital por una cojera repentina de la extremidad posterior derecha. En la exploración existe crepitación y mucho dolor.

Se realiza una radiografía de la zona y se diagnostica una fractura de tibia. El peroné está intacto y la fractura estable así que decidimos seguir un tratamiento conservador, colocándole una férula de Schroeder-Thomas para inmovilizar la zona. Además le recetamos antiinflamatorios y analgésicos vía oral.

fractura de tibia gato

Las revisiones semanales de Kero son normales, no existe inflamación de la zona ni molestia hasta casi 21 días después cuando Kero, que es un gato muy inquieto, ha conseguido desplazar la tibia y se ha fracturado el peroné.

Se hace necesario intervenir quirúrgicamente al paciente para colocarle una placa DCP que alinee la fractura y la mantenga, esta vez sí, inmovilizada.

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Fractura de tibia en el gato Kero