incontinencia urinaria

Muchos propietarios acuden a la clínica diariamente a comentarnos que su perro o gato (de edad avanzada en la mayoría de los casos) ha comenzado a orinarse en casa. Otros muchos lo ven como “algo normal de la edad” y no le dan mayor importancia.

Incontinencia urinaria

No podemos decir que no exista la incontinencia urinaria como tal en animales mayores pero para asumir que el problema de nuestro animal se debe únicamente a la edad y que, por tanto, no tiene solución y hemos de resignarnos a vivir con ello, antes es recomendable hablar con nuestro veterinario puesto que puede orientarnos.

Existen una gran cantidad de enfermedades, que normalmente van apareciendo al cumplir años nuestra mascota, que cursan con un aumento de la ingesta de agua y de la producción de orina como síntoma principal. En el caso de los perros veremos que es necesario llenar el bebedero con mucha más frecuencia y que el animal se orina en casa pese a sacarlo a pasear siguiendo la misma rutina que siempre. Con los gatos, se hace necesario cambiar la arena mucho más a menudo pudiendo llegar incluso a orinar en cualquier rincón de la casa.

La edad, raza y sobre todo el estado reproductivo del animal (si está castrado o esterilizada) puede orientar nuestro diagnóstico. Después de una buena exploración, el veterinario puede proponer una serie de pruebas sencillas encaminadas a determinar la causa del problema.

Pruebas diagnósticas

Mediante una analítica general de sangre podremos descartar problemas renales o hepáticos e incluso la diabetes mellitus. Estas tres patologías, tan fáciles de diagnosticar, pueden llegar a ser letales si no se diagnostican a tiempo, de ahí la importancia de prestar atención a las pequeñas señales que nos muestran nuestros perros y gatos. En caso de no obtener un diagnóstico mediante esta prueba, podrá ser necesaria una analítica de orina para descartar la presencia de cristales o cistitis e incluso una ecografía por si existieran cálculos o infección de útero (patología muy frecuente en hembras no esterilizadas de más de 8-10 años y que puede acarrear muchas complicaciones si no es detectada a tiempo). También se pueden realizar analíticas específicas puesto que existen determinadas enfermedades hormonales que pueden dar esta misma sintomatología.

El que existan estas y otras pruebas no quiere decir que nuestro animal deba someterse a todas ellas, puesto que la mayoría de estas enfermedades llevan asociados otros síntomas y/o alteraciones que dirigirán al veterinario en una u otra dirección.

La idea central de este artículo es hacernos ver que un perro o gato mayor no tienen por qué orinarse en casa. Es posible que sufra incontinencia urinaria pero estos casos constituyen un porcentaje reducido. Si decidimos ayudarnos de un veterinario para descubrir el motivo real del problema, podremos tratarlo directamente con una probabilidad de éxito mayor. Además, en caso de que exista una patología grave evitaremos su evolución y un posible desenlace fatal si llegamos a detectarla a tiempo.

Imagen tomada de www.terramascota.es