desparasitación animales de compañía

La desparasitación es una necesidad de nuestras mascotas. Una mascota aporta muchas cosas positivas al ser humano como cariño, compañía, entretenimiento…  pero también constituye una responsabilidad enorme puesto que es un ser vivo al que nosotros decidimos acoger en casa de forma voluntaria, y al que debemos cuidar y respetar.

Un perro o un gato, como norma general, puede permanecer con nosotros entre 12 y 18 años si gozan de un buen estado de salud. Los cuidados básicos que debemos proporcionarles pasan por suministrarles un buen pienso como base de su alimentación, sacarlos a pasear en el caso de los perros, mantener unos buenos hábitos higiénicos (cepillado frecuente según la raza, baños, control de la boca, limpieza de oídos…). Esto no supone un esfuerzo excesivo por parte del dueño, pero debemos ser constantes.

Por otra parte, existen unas necesidades mínimas que debemos satisfacer para evitar que nuestro animal tenga problemas o desarrolle determinadas enfermedades. La medicina veterinaria, cada vez más, está enfocada hacia la prevención en lugar de hacia el tratamiento de las patologías, y esto es posible gracias a que contamos con propietarios mucho más responsables y concienciados con sus mascotas.

En este artículo, desde el Hospital Veterinario Cruz Cubierta de Valencia, pretendemos hacer un breve resumen de las desparasitaciones que deben llevar nuestras mascotas y que constituyen, junto con las vacunas, la base de una buena medicina preventiva en los animales de compañía. Además, hemos de tener en cuenta, que los humanos y los animales compartimos la mayoría de estos parásitos, por lo que si nuestra mascota los tiene, nos los puede transmitir y, además de que resultan molestos, pueden provocarnos enfermedades. Por eso es necesaria la desparasitación.

Vamos a dividirlas en dos grandes grupos según el tipo de parásito frente al que pretendamos actuar.

Desparasitación externa

Se basa en la aplicación de productos que repelen o eliminan parásitos como pulgas, garrapatas, piojos, mosquitos, moscas, ácaros… Podemos encontrar diversos formatos en el mercado, con sus ventajas y sus inconvenientes, y deberemos decidirnos por el que más se adapte a las necesidades de nuestra mascota, o incluso combinar dos o más productos.

  • Los collares son muy cómodos puesto que se colocan en el cuello del animal y duran entre 4 y 8 meses según la marca. Existen los que protegen sólo frente a garrapatas, frente a pulga y garrapata o incluso los que repelen pulgas, garrapatas y flebótomos (mosquito que transmite la Leishmaniosis). Se pueden mojar y la mayoría no tienen olor, por lo que el dueño puede olvidarse de que su animal lo lleva puesto. Tardan una semana en alcanzar el máximo de efectividad. El inconveniente es que el animal podría perderlo o incluso morderlo si no se coloca correctamente y son tóxicos.
  • Las pipetas son unas cápsulas que contienen un líquido que se vierte en la zona de la cruz del animal y que son absorbidas en menos de 48 horas (es por esto que no debemos bañar a nuestra mascota dos días antes ni después de su aplicación). Su efecto dura un mes aproximadamente y no son visibles por el propietario. Existen diversas marcas, que protegen frente a pulgas, piojos, garrapatas, ácaros causantes de la sarna, mosquitos, flebótomos, moscas…
  • Los sprays se pulverizan encima del animal, frotando suavemente para favorecer su absorción. Son de aplicación mensual y protegen frente a pulga, piojo y garrapata. Suelen resultar más económicos pero en animales de pelo largo o de gran tamaño pueden resultar algo incómodos.
  • Se han desarrollado en los últimos años unos comprimidos de administración oral, preferentemente mezclados con el alimento del animal. Son muy útiles en pacientes con dermatitis alérgica a la picadura de pulga, puesto que son muy eficaces, pese a proteger únicamente frente a dicho parásito. Su duración es de un mes y eliminan estos parásitos en unas dos horas.
  • Existen también diversos champús insecticidas, aunque su eficacia es bastante menor que la de los productos detallados anteriormente. Además, son algo más irritantes que los champús normales, por lo que nosotros no recomendamos su uso salvo en casos excepcionales.

Todos estos productos de desparasitación se pueden combinar entre sí, dependiendo del tipo de animal, la disponibilidad del dueño y la zona en que viva o salga de paseo (puesto que variará mucho el tipo de parásito al que está expuesto). La mayoría son preventivos, es decir, evitan que el animal se infeste, aunque también se pueden utilizar como tratamiento en caso de que nuestra mascota esté parasitada. Son aptos para perros y gatos, salvo los productos efectivos frente a mosquitos/flebótomos que son tóxicos para los gatos. Debemos administrarlos a nuestro cachorro unos días antes de que vaya a comenzar a salir a la calle y mantenerlos durante toda la vida del animal. Según el producto, hay que tener en cuenta el peso y la edad para comenzar, puesto que si el peso del cachorro es inferior a 1.5kg o tiene menos de 6-8 semanas de edad, deberemos utilizar productos especiales.

Desparasitación interna

Elimina parásitos intestinales (gusanos planos y redondos) en caso de que nuestra mascota esté infestada. Se suelen administrar en cachorros alrededor del mes de vida de forma preventiva. Nosotros recomendamos realizar un análisis coprológico a los cachorros en la primera visita para diagnosticar exactamente el tipo de parásito, en caso de que los haya, y así poderlo tratar con el producto adecuado. Una vez desparasitado ya podemos comenzar con la pauta vacunal.

En animales adultos, y tras esta primera aplicación en cachorros, se recomienda la desparasitación interna cada tres meses. Debemos tener cuidado en perras y gatas en gestación y leer el prospecto antes de su uso, ya que muchos de los productos están contraindicados durante el embarazo. La creencia popular es que estos productos duran en sangre tres meses y que tenemos a nuestras mascotas protegidas durante este tiempo, pero es un mito. La mayoría de estos productos actúan “por arrastre”, limpiando de parásitos a nuestra mascota en el momento de la administración, pero no mantienen su efecto, por lo que podrían volver a infestarse en cualquier momento. Según la incidencia y el tipo de parásitos que vemos en nuestra zona (Valencia, España), recomendamos esa periodicidad de tres meses para evitar que el ciclo del parásito se complete, pero en casas con niños pequeños, o en animales propensos a padecerlos, así como en zonas rurales o con mayor carga parasitaria podemos administrarlos con mayor frecuencia.

Los formatos más comúnmente usados son:

  • Pastillas: la posología varía según el peso del animal. La mayoría protegen frente a gusanos planos y redondos. Resultan muy económicas.
  • Solución oral o pasta: son más  cómodas y fáciles de administrar, sobre todo para cachorros o animales de poco peso (gatos o perros de razas pequeñas). Se deben administrar durante varios días seguidos y su coste es algo mayor.
  • Pipetas: como hemos comentado en el apartado anterior, son de aplicación cutánea, por lo que resultan muy cómodas para los gatos o perros que oponen resistencia a la medicación oral. Existen productos comerciales que sólo eliminan parásitos intestinales o bien combinados con parásitos externos.
  • Inyecciones: productos que podemos administrar vía subcutánea en nuestro centro de forma trimestral, en caso de que el propietario no se vea capacitado para administrar pastillas/jarabes a su mascota.

De todos modos, para saber cual es el producto de desparasitación que mejor se amolda a nuestras necesidades y las de nuestra mascota, siempre podemos contar con la ayuda de nuestro veterinario, que estará encantado de resolver todas las dudas que tengamos.