cachorro

La prevención de problemas de comportamiento se inicia antes de la adopción del animal de compañía. Desde el Hospital Veterinario Cruz Cubierta podemos orientar y aconsejar a los futuros propietarios con antelación a la llegada de la mascota a casa para no cometer errores por falta de información.

Cómo hacer una adecuada selección del cachorro

Para hacer una adecuada selección del cachorro debemos tener en cuenta:

-EDAD: la edad óptima de adopción en el perro se situaría entre las 6−8 semanas. La adopción antes de las 6 semanas de edad puede interferir en la socialización con sus congéneres, en especial si el cachorro es llevado a un ambiente sin contacto con otros perros. El entorno de la camada proporciona al cachorro autocontrol, resistencia a la frustración, inhibiciones adecuadas y aprendizaje de su lenguaje. La socialización, se extiende desde la tercera hasta la duodécima semana de vida. Si adoptamos un cachorro con una edad cercana a las doce semanas tendremos muy poco margen de actuación para hacer una socialización adecuada, es decir, variada en cuanto a estímulos presentados al cachorro, a no ser que en el ambiente donde esté se realice. Las consecuencias de una socialización inadecuada son principalmente problemas de miedos y fobias, agresividad y dificultad para el aprendizaje.

En el gato lo recomendable es que tenga contacto con personas antes de las siete semanas de vida, momento en que finaliza el periodo de socialización. Es muy importante que el gato permanezca hasta esta edad con la madre y sus hermanos, pero en contacto con humanos.

-RAZA: las razas de perros y gatos muestran diferencias de conducta importantes, algunas de las cuales tienen interés práctico. No obstante, es importante recordar que dentro de cada raza existe una gran variabilidad individual y que el adiestramiento y educación del animal tiene, probablemente, un efecto más marcado sobre su conducta que la raza a la que pertenece.

-SEXO: los machos y las hembras muestran diferencias de comportamiento importantes como el marcaje con orina y la agresividad con animales de su mismo sexo que son más frecuentes en los machos que en las hembras.

-PROGENITORES: existe la posibilidad de que la conducta que tenga el cachorro cuando llegue a ser un adulto esté condicionada por el carácter de la madre.  Así, puede resultar interesante observar la interacción de la madre con los miembros de la familia (humana), con la persona adoptante y con otros perros. También es importante analizar las interacciones de la madre con los cachorros.

-LUGAR DE ADQUISICIÓN: existen evidencias de que los cachorros adoptados de entornos asociados con ausencia o déficit de exposición a estímulos sociales o ambientales, pueden presentar predisposición a desarrollar problemas de conducta.

Respecto al periodo de socialización es el periodo más importante de la vida del perro en relación con el comportamiento. Aquellas experiencias, ya sean positivas o negativas, que tenga el cachorro durante esta fase de su desarrollo tendrán un efecto marcado y duradero sobre su carácter una vez alcanzada la madurez. Si la socialización no es correcta hay un factor de riesgo que hace que probablemente sean animales miedosos o agresivos.

Otro factor de riesgo a la hora de desarrollar problemas de comportamiento sería llevar a cabo un destete precoz del animal, como hemos comentado anteriormente. En el caso de los gatitos, los posibles efectos derivados de un destete precoz incluyen la falta de control de la intensidad de las mordeduras y arañazos y, por otro, el posible desarrollo de conductas compulsivas como el lamido de lanas junto con movimientos alternativos de extremidades anteriores hacia delante.

Durante el periodo de socialización también se produce la habituación a estímulos ambientales. En este sentido, si el cachorro crece en un ambiente pobre en estímulos, tiene más probabilidades de desarrollar problemas de miedo o fobia a ruidos cuando es trasladado a un ambiente con una estimulación mayor.

Recomendaciones básicas durante el periodo de socialización de los perros

  1. Garantizar un adecuado contacto con personas adultas y, en la medida de lo posible, también con niños pequeños.
  2. Garantizar un adecuado contacto con otros perros. Esta recomendación es especialmente importante para aquellos cachorros que han sido destetados de forma prematura.
  3. Permitir que el cachorro conviva con su madre y hermanos al menos hasta las 7 semanas de vida.
  4. Exponer al animal a aquellos estímulos ambientales que formarán parte de su entorno habitual en el futuro, como por ejemplo, el sonido del tráfico.
  5. Iniciar la educación del cachorro, sobre todo en tres áreas fundamentales: el uso de la recompensa, normas y límites, y el aprendizaje de hábitos higiénicos.

Recomendaciones para el periodo de socialización de los gatos

  1. Proporcionar al gatito una bandeja adecuada en cuanto a su forma y localización, el tipo de arena utilizada y la rutina de limpieza empleada.
  2. Colocar un rascador en la zona de la vivienda donde el gato suele descansar durante más tiempo.
  3. Situar plataformas elevadas en las que descansar y observar su entorno.
  4. Promover un juego basado en perseguir pequeños objetos o juguetes. No permitir bajo ningún concepto juegos basados en perseguir o lanzarse contra las manos o los pies del propietario, pues con el tiempo suelen desembocar en un problema clínico de agresividad por juego.
  5. En general, permitir que sea el gato el que decida la duración de las interacciones que desea establecer con sus propietarios.

Además de recibir una adecuada alimentación y atención veterinaria, un animal de compañía tiene una serie de “necesidades de comportamiento” que, de no ser cubiertas, podrían dar lugar a la aparición de problemas. Repasemos brevemente los requerimientos mínimos de:

Necesidades de comportamiento en perros

Espacio físico: Un perro debe disponer de un espacio físico suficiente para expresar conductas naturales como explorar, correr y jugar.

Actividad física: En general, se recomienda pasear a un perro al menos dos veces al día, sin importar su tamaño, su edad o el espacio del que disponga en casa.

Contacto social: El perro es un animal con una conducta social muy gregaria, que debe tener contacto tanto con las personas como con otros perros. Un perro que disponga de un espacio físico amplio, pero que pase mucho tiempo sólo, es un buen candidato a desarrollar problemas de comportamiento, como agresividad hacia las personas u otros perros, o trastornos compulsivos.

Educación: Manifestar un comportamiento adecuado no es una característica innata, asociada a la raza o al sexo del perro, sino que depende en gran medida de la educación que recibe de sus dueños.

Necesidades de comportamiento en gatos

Actividad física y estimulación ambiental: Los gatos, sobre todo los que no tienen acceso al exterior de la vivienda, deben disponer de un entorno enriquecido que permita la expresión de la conducta natural de la especie.

Contacto social: El gato doméstico es un animal con una conducta social más independiente que la del perro, más adecuada por tanto para familias que pasan más tiempo fuera de casa. Esto no significa que aquellas personas que pasen más tiempo en casa no puedan disfrutar de la compañía de un gato. Las personas que deciden adoptar un gato deben aceptar y aprender a respetar su naturaleza menos gregaria cuando regresan a casa. Un error de manejo muy frecuente es la manipulación excesiva del gato, que puede dar lugar a la aparición de problemas de miedo y de agresividad.

Para ampliar información podéis acudir a nuestro hospital y hacernos todo tipo de preguntas que resolveremos gustosamente para garantizar que seáis unos buenos maestros  y apliquéis correctamente los conocimientos a  vuestra futura mascota o vuestro nuevo amigo.