Los gatos son nuestras mascotas mas “valientes” respecto a las alturas, puesto que les gusta pasearse por los alfeizares de las ventanas, asomarse a las terrazas de nuestros edificios y en ciertas ocasiones pierden la noción del peligro ante ciertos estímulos: pajaritos, mariposas, moscas… “juguetes” vivos que se suelen poner fuera del alcance de sus garras, pero que provocan esa osadía que a veces acaba en tragedia.
A estos gatos que caen desde alturas considerables al haberse distraído por las causas anteriormente citadas, se les conoce como «gatos paracaidistas».
¿Los gatos siempre caen de pie?
Los dichos populares dicen que los gatos siempre caen de pie, pero tales dichos no tienen una base totalmente real, puesto que debe haber unas condiciones necesarias para que se dé esa capacidad de caer de pie.
El cuerpo de un gato esta diseñado para poder girar sobre sí mismo en el aire y así, caer de pie aunque el resbalón haya sido un comienzo de caída “panza arriba”. Si la caída supera los 3 metros es muy fácil que el gato pueda rotar sobre su cuerpo y caer de pie.
Por debajo, y por encima de 7 metros el desenlace puede variar dependiendo de factores como el que existan elementos en la caída como cuerdas de tender, toldos, así como de la corpulencia del animal, puesto que un animal obeso tiene más probabilidad de hacerse daño que uno fino o atlético.
En nuestro centro hemos recibido, por desgracia, muchos gatos con lesiones por caídas desde distintas alturas, y hemos hecho una recopilación de las lesiones más frecuentes y las zonas osteomusculares que más han sufrido por el impacto.
Lesiones más frecuentes de los gatos paracaidistas
La cadera es la estructura ósea que más se lesiona en estas caídas.
La fractura de tibia es la que se encuentra en segundo lugar en cuanto a lesiones encontradas en gatos paracaidistas. Una radiografía hecha a uno de estos gatos atendidos en consulta es la siguiente:
En el tercer puesto encontramos la mandíbula, puesto que al caer y flexionar las extremidades, la mandíbula golpea con el suelo y se puede dañar. Como podemos observar en la siguiente radiografía:
Estas son las lesiones más frecuentes que solemos atender en lo que se refiere a los gatos paracaidistas. En cualquier caso, ante cualquier caída, e incluso aunque no se observe lesión aparente, debemos consultar con un veterinario que revise a nuestra mascota a fondo.
Si vivimos en un piso alto, una solución para prevenir este problema puede ser la instalación de rejillas o mallas protectoras (también existen las mosquiteras para gatos) en ventanas y balcones, que pueden encontrarse en tiendas especializadas.
Imagen superior tomada de http://es.gde-fon.com