como influyen tus emociones sobre tu mascota

A menudo tendemos a subestimar nuestra capacidad para influir en el estado emocional de nuestra mascota, como si nuestras diferencias como especies nos hicieran impermeables unas a otras en este plano.

Sin embargo, todos sabemos que las mascotas detectan las emociones humanas, pero ¿hasta qué punto las hacen suyas o se contagian de nuestros estados de ánimo? Según múltiples estudios, en gran medida. Esto debe hacernos conscientes de la calidad psicológica y emocional que debemos intentar desplegar en todo momento en la relación con nuestros perros, gatos, etc. Vamos a ver cómo influyen tus emociones sobre tu mascota.

La influencia de tus emociones sobre tu perro

Está comprobado por estudios científicos que los perros absorben nuestras emociones, que afectan a su comportamiento. Una relación de miles de años, como la que tenemos ambas especies, nos ha hecho desarrollar más perceptibilidad y sensibilidad hacia el otro de lo que pensamos.

Tus rasgos de personalidad y tus estados emocionales tienden contagiarse en tu perro. Así lo demuestra un estudio sobre el estrés desarrollado por la Universidad de Viena que trabajó con 132 parejas propietario-perro.

Otros estudios, como el de la Universidad de Psicología de Lincoln, demuestran que los perros interpretan nuestras expresiones faciales y que perciben la entonación de nuestras palabras. Todo esto influye en su conducta.

Muchos propietarios habrán notado también que cuando se dirigen a su perro en tono enfadado, este se acerca a ellos lentamente, con mucha precaución, olfateando a distancia o con las orejas caídas. Sin embargo, si reclamamos su atención con alegría, vendrá inmediatamente, contento, moviendo la cola…  Los expertos dicen que el perro huele nuestras emociones y funciona como un espejo emocional. Es capaz de identificar mediante nuestras hormonas emociones como el miedo o la ansiedad y esto influye en su comportamiento.

Un aspecto clave en este punto es el vínculo que tengamos establecido con nuestro perro. Cuanto más estrecho sea, lógicamente, más influencia directa tendrá nuestro estado emocional sobre el del animal.

Casos de discusiones de pareja o ambientes emocionales tóxicos provocan conductas indeseadas en los perros: vómitos, hacer sus necesidades en casa cuando antes no lo hacían… Un estado de estrés constante transmitido a nuestro perro lo hará vivir en estado de alerta, siempre pendiente de los peligros que puedan acechar, y afectar negativamente a su conducta.

En muchas ocasiones, si somos inteligentes y estamos atentos, el perro nos puede ayudar a descubrir nuestro propio estado emocional. Puede que sus conductas nos llamen la atención, que esté nervioso, agresivo o inseguro. Antes de pensar que al perro le pasa algo, puede ser conveniente que nos autoevaluemos a nosotros mismos, a ver si es que estamos proyectando algo que luego él nos devuelve a su manera. Quizá esté absorbiendo nuestras emociones negativas y haya que actuar al respecto, haciendo una mejor gestión emocional propia.

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La influencia de tus emociones sobre tu gato

¿Y cómo influyen tus emociones sobre tu mascota gato? Muchas de las evidencias que ha encontrado la investigación sobre la relación emocional entre perros y humanos son  aplicables también a la de los propietarios con sus mascotas felinas.

Un estudio reciente elaborado por la Universidad de Lincoln y la de Nottingham Trent analizó una muestra de 3 000 gatos del Reino Unido, para comprobar la repercusión de la personalidad de los dueños y su estado emocional sobre el de sus compañeros felinos.

Las conclusiones señalaron que la inestabilidad emocional de los propietarios afecta de forma clara a sus gatos, provocando estilos de comportamiento más agresivos y ansiosos.

De la misma forma, se establecieron paralelismos entre la influencia emocional de los propietarios en sus mascotas y las de padres con sus hijos.