En este artículo os queremos mostrar algunos de los instrumentos que utilizamos en la exploración oftalmológica para poder llegar a un correcto diagnóstico sobre las diversas patologías que pueden afectar a los ojos de nuestras mascotas.
Instrumentos para la exploración oftalmológica de las mascotas
Test de Schimer
Se utiliza para conocer la producción de lágrima. La lagrima por capilaridad humedece la tira de papel, de esta forma sabemos qué cantidad de la misma se está produciendo. Es la forma de diagnóstico del ojo seco que se caracteriza por baja producción lagrimal, una patología muy común en razas de perro como carlinos, bulldogs o shitzu.
Lampara de hendidura o biomicroscopía
Nos permite valorar con aumentos el estado de los anejos oculares, la córnea, cámara anterior y cristalino. De gran utilidad en la exploración oftalmológica para el diagnóstico y valoración de úlceras corneales, cataratas o inflamaciones intraoculares (uveítis).
Tonometría
A través del tonómetro podemos conocer el valor de la presión intraocular. Este aparato es fundamental para llevar a cabo el diagnóstico de uveítis (inflamación intraocular producida por traumatismos o algunas enfermedades como leishmania), las cuales en general se caracterizan por bajas presiones intraoculares y también es muy útil para diagnosticar glaucomas, los cuales se caracterizan por producir presiones elevadas.
Oftalmoscopía
Nos permite valorar el estado de la retina. Muy importante a partir de cierta edad ya que en muchos animales se produce atrofia progresiva de retina, la cual disminuye la capacidad de visión. También a partir de cierta edad ayuda en el diagnóstico de la hipertensión arterial la cual puede generar hemorragias en retina, incluso es válida en el diagnostico de ciertas enfermedades infecciosas como toxoplasma que puede causar lesiones en la retina.
Test de fluoresceína
Imprescindible para el diagnóstico de úlceras cornéales. Las úlceras cornéales son heridas que se producen en la córnea y que pueden ser de distinto tamaño y profundidad. La fluoresceína colorea las zonas de la córnea que se encuentran dañadas.