intoxicación perro

Mucho cuidado con una intoxicación de tu perro. Los perros son animales curiosos por naturaleza, y más cuando se trata de cachorros. Muchos se entretienen olisqueándolo todo durante el paseo y también en casa. Además, no es raro que mordisqueen o incluso ingieran cuerpos extraños, comida en mal estado, restos de basura… Los propietarios somos los responsables de controlar estas actitudes puesto que, además de molestas, pueden acarrear graves consecuencias para la salud de nuestras mascotas.

Una de las urgencias más frecuentes en nuestro centro es la intoxicación, bien por ingesta, roce o  inhalación. Plantas del jardín, chocolate, basura, insecticidas o incluso jarabes (administrados a dosis para seres humanos en un intento del dueño por mejorar alguna patología de su mascota) son los productos que más problemas nos generan.

Síntomas de intoxicación

Intoxicación perroLos síntomas pueden variar dependiendo en cada caso de la sustancia ingerida, pero existen signos generales que podemos fácilmente identificar como: dolor abdominal intenso, vómitos, nauseas, diarreas, temblores, parálisis y convulsiones, inconsciencia, problemas respiratorios, etc.

La actitud del propietario ante una intoxicación será fundamental. Debe permanecer tranquilo y buscar, en un primer lugar, aquello que el animal haya podido ingerir. En caso de tener etiqueta deberá leerla para saber de qué se trata. En segundo lugar, deberá llamar al veterinario para explicarle lo ocurrido y, en muchos casos, podrá darle ciertas indicaciones para estabilizar al animal mientras lo traslada a la clínica u hospital más cercano:

–   En caso de que el tóxico sea inhalado (humos, vapores…) lo mejor es sacar a nuestro animal a la calle a que le dé el aire.

–   En el caso de que la intoxicación sea por contacto (pipetas no adecuadas a su especie o peso, plantas…) estará indicado dar un baño a nuestra mascota.

–   En el caso de que el tóxico sea ingerido, es posible que sea necesario inducir el vómito para evitar que se siga absorbiendo. Esto sólo puede realizarse en animales que están conscientes y sin convulsiones o que no han vomitado por ellos mismos. No deberemos hacerlo en caso de tóxicos corrosivos, puesto que volverán a generar daño en el esófago al salir. Debe haber transcurrido menos de dos horas desde la ingestión. Para ello puede administrarse agua con sal o agua oxigenada al animal pero existe cierto riesgo por lo que, salvo en casos de extrema urgencia en que el veterinario esté a más de dos horas de camino, será mejor que lo haga personal cualificado.

Es importante recalcar que cualquiera de estas medidas varían mucho dependiendo del tóxico causante del daño por lo que no se pueden aplicar si se desconoce la causa del envenenamiento. Sea cual sea el tipo y grado de intoxicación, estas prácticas deben realizarse de camino al veterinario, es decir, son consejos para actuar con rapidez y evitar agravar el cuadro, pero hay que acudir a un especialista sin falta.

Cómo evitar una posible intoxicación o envenenamiento

En la calle deberemos llevar a nuestro perro siempre atado y bajo supervisión.

En el domicilio, debemos dejar fuera del alcance de nuestras mascotas algunos productos de uso común como:

  • Detergentes y Suavizantes: los detergentes pueden ser tóxicos por ingestión pero los suavizantes pueden llegar incluso a producir la muerte.
  • Los blanqueadores de ropa, como la lavandina y los compuestos que tienen cloro son muy tóxicos para los perros.
  • Lejía, amoniaco, líquidos para destapar cañerías, detergentes para baños, y detergentes para vajillas. También pueden producir lesiones en las almohadillas plantares al caminar sobre suelos mojados con estos productos.
  • Las bolitas de naftalina son sumamente peligrosas cuando se ingieren.
  • Algunos enjuagues bucales contienen ácido bórico, altamente tóxico.
  • Los venenos contra babosas y caracoles, los raticidas y pesticidas son mortales salvo que se acuda con extrema rapidez a un centro veterinario.
  • Se debe elegir con responsabilidad las plantas del jardín, ya que algunas pueden resultar tóxicas no sólo para el perro, sino además para los niños. Algunas plantas tóxicas para los perros son: tomate, espinaca, azalea, azafrán de otoño, aguacate (hojas), adelfa, actea, dulcamara, belladona, dedalera, cicuta, cicuta acuática, tejo, ricino y lirio de los valles.
  • Hay que evitar que el perro toque cadáveres de animales como roedores, o palomas pues pudieron haber ingerido algún veneno.

Tampoco debemos olvidarnos de los medicamentos. Muchos propietarios administran a sus mascotas fármacos formulados para humanos porque como a ellos les funcionan, piensan que solucionarán también cualquier síntoma que presenten sus mascotas.

intoxicación perroEs cierto que muchos de estos medicamentos pueden emplearse en animales, pero las dosis varían mucho de personas a animales, y no todos son bien tolerados, por lo que cualquier medicamento debe siempre administrarse bajo supervisión veterinaria.

Fármacos como la aspirina, el paracetamol, el ibuprofeno, el naproxeno, antidepresivos, relajantes musculares, antihistamínicos… pueden generar graves problemas digestivos o hepáticos en perros y gatos e incluso algunos, pueden llegar a ser mortales.

Por tanto, como propietarios responsables debemos estar atentos a nuestras mascotas siempre, no dejando agentes de limpieza, insecticidas… a su alcance en casa, eligiendo plantas que no sean tóxicas para ellos y nunca administraremos medicamentos sin consultar previamente a un veterinario. Durante el paseo, es preferible llevar a nuestro perro bien atado o, en caso de disponer de un área específica para soltarlo y que pueda realizar ejercicio, estaremos pendientes de ellos puesto que, en un descuido, pueden ingerir alguna sustancia que ponga en peligro su bienestar.