En la actualidad, todos sabemos que estamos obligados a recoger el excremento de nuestra mascota de la vía pública pero, ¿qué sucede con la orina? ¿Estamos obligados a limpiarla? ¿Y con que debemos disolverla? En este artículo vamos a tratar de resolver todas estas dudas.
Infórmate sobre la normativa municipal
Lo primero que debemos saber es que la normativa que afecta a los perros es municipal, eso significa que cada ciudadano deberá informarse de las normas que indica su ayuntamiento.
Hasta el momento, la Ordenanza de Limpieza ya indicaba que tu perro no podía orinar en fachadas, vehículos, escaparates, mobiliario urbano, etc. Pero a partir de 2019, muchos municipios empezaron a obligar a disolver la orina de los perros cuando estos miccionaran en la vía pública.
En Valencia es obligatorio limpiar la orina de tu perro con agua
A día de hoy, existen ayuntamientos que lo recomiendan y ayuntamientos que lo obligan. En el caso de la ciudad de Valencia, donde nos encontramos, debido al gran número de quejas de los vecinos, el Ayuntamiento modificará la Ordenanza de Limpieza para que, del mismo modo que existe la obligación de recoger los excrementos, quede especificada la misma obligación en el caso de la orina.
Los dueños de los perros u otros animales tendrán que llevar una botella con agua o con agua y vinagre para disolver y limpiar los orines de sus mascotas. En caso contrario, se enfrentarán a multas de hasta 1.500€.
“Desgraciadamente, tenemos una ciudad donde normalmente llueve poco y por lo tanto esas zonas donde los perros orinan se quedan manchadas hasta que vienen los servicios de limpieza con baldeo y limpian con agua la zona. Nosotros, desde el Ayuntamiento, no podemos baldear cada día todas las calles de la ciudad” – dijo Sergi Campillo, vicealcalde y responsable de Ecología Urbana y Gestión de Residuos.
Así que, a partir de ahora todos con bolsas para recoger los excrementos y botellas con agua para limpiar los orines. Entre todos tenemos el deber de contribuir a mantener la ciudad limpia y a ser responsables de los actos de nuestros amigos peludos.