La ecocardiografía o ecografía del corazón es la técnica diagnóstica más ampliamente usada para la evaluación no invasiva de las enfermedades cardiovasculares.
El estudio ecocardiográfico
¿Que posibilidades nos ofrece este tipo de estudio? Con el estudio ecocardiográfico y empleando sus diferentes modalidades, como son el modo B, modo M y los formatos de doppler color, pulsado y continuo, que posee el ecógrafo de nuestro hospital, podemos valorar
- la morfología cardiaca,
- el tamaño de las diferentes cámaras del corazón (aurículas y ventrículos),
- el movimiento ventricular y la función sistólica y diastólica,
- el flujo sanguíneo y
- las diferentes válvulas cardiacas,
llevándonos en la mayoría de los casos a un diagnóstico cardiaco.
Para qué sirve la ecocardiografía en veterinaria
El uso de esta técnica diagnóstica está indicado para el diagnóstico de cardiopatías que afectan tanto a perros como a gatos, ya sean en edad adulta como pueden ser:
- Endocardiosis valvulares
- Miocardiopatía dilatada o hipertrófica y
- Endocarditis
o enfermedades cardiacas congénitas que afectan a los cachorros, como:
- Estenosis valvulares o
- Conducto arterioso persistente.
Además, empleamos la cardiografía para valorar lesiones pericárdicas y tambien para la toma de muestras de liquido pericárdico, e incluso para valorar la presencia de parásitos cardiacos como la filaria o tumores cardiacos.
Pero la ecocardiografía en veterinaria no solo es útil para el diagnóstico de las enfermedades cardiacas, sino también para el control de dichas patologías, ya que muchas de ellas son degenerativas.
Mediante el empleo de esta técnica podemos llegar a detectar el agravamiento de la enfermedad e intentar evitar posibles descompensaciones del corazón, que conllevan el consecuente empeoramiento en la calidad de vida de nuestros compañeros.
Como todas las técnicas diagnósticas, esta también tiene sus limitaciones, por lo que siempre es importante seguir las indicaciones de su veterinario y en caso de duda, siempre consultarle.