tortuga de florida

A partir del 1 de enero de 2022 quedará prohibida la posesión, transporte, tráfico y comercio de cerdos vietnamitas, tortugas de Florida, serpientes pitones y varanos de la sabana. Así se estableció en el Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica.

Las especies exóticas invasoras causan problemas medioambientales y contra la biodiversidad

La tenencia de estos animales  ha aumentado en exceso en los últimos años, incrementando también los consiguientes abandonos por parte de propietarios que se cansan de ellos o que no pueden proporcionarles los cuidados precisos.

El Ministerio de Transición Ecológica ha alertado acerca de que algunos centros de acogida ya están saturados de especies exóticas de las que sus dueños se deshacen cuando ya son mayores (en el caso de un cerdo vietnamita puede alcanzar los 80 kilos de peso, mientras que una tortuguita de Florida de las que venden cuando son crías puede llegar con los años a los 30 cm. de longitud, con una alta esperanza de vida).

En muchas ocasiones estos ejemplares de especies exóticas invasoras han acabado abandonados en plena naturaleza, de forma involuntaria o voluntaria, causando un problema medioambiental con el desplazamiento de las especies autóctonas.

Cerdo vietnamita

La presencia del cerdo vietnamita en nuestro medio natural representa un peligro sanitario y medioambiental. El Comité Científico recomendó en 2016 incluirlo en el catálogo de especies exóticas invasoras ante el aumento de ejemplares que se comercializaban en España y el riesgo de cruce con el jabalí salvaje.

Se han detectado ejemplares de “cerdolí” (como se conoce a estos híbridos) en varias zonas de Navarra, Valencia, Madrid, Cataluña, Castilla y León y Aragón. Se trata de ejemplares más pequeños que los jabalíes, con patas más largas.

Además de las consecuencias de esa hibridación sobre la especie, la presencia de cerdos vietnamitas puede aumentar de manera no deseada la excesiva sobrepoblación de jabalíes en determinadas provincias españolas.

cerdo vietnamita

Tortuga de Florida, serpiente pitón, varano de la sabana

La tortuga de la península de Florida supone un riesgo sanitario y para la biodiversidad. Lo mismo que establece el dictamen del Comité Científico desde 2015 con las especies de reptiles varano de la sábana y serpiente pitón, que pasaron a formar parte del catálogo de especies invasoras.

En el caso concreto de la tortuga de Florida se alimenta con una dieta principalmente herbívora que, si comparte hábitat, entra en competencia directa con la de otras tortugas autóctonas y algunos peces. Una circunstancia que daña la biodiversidad y provoca pérdidas económicas a la pesca, aparte de que estas tortugas pueden contagiar la salmonelosis.

La pitón real, procedente del sur de Asia,  se alimenta sobre todo de roedores, por lo que interfiere en la dieta de otras especies autóctonas y puede afectar a la cadena trófica.

Por su parte, el varano de la sabana, originario de Togo (África), es un lagarto de gran tamaño, territorial y agresivo, que encuentra en España unas condiciones climáticas similares a las de su lugar de origen, por lo que también compromete la supervivencia de diferentes especies autóctonas.

A pesar de la prohibición a partir de la entrada en vigor del Real Decreto, se establecen excepciones en la tenencia para aquellos propietarios que ya tengan alguna de estas mascotas de especies exóticas invasoras y no se quieran desprender de ellas. Los propietarios estarán obligados a comunicar su tenencia a la comunidad autónoma correspondiente y cumplir unas condiciones de control referentes a su esterilización, marcaje, así como firmar una declaración responsable de que no se abandonarán en el medio ambiente. También se permite tener estas especies con fines de investigación o conservación como zoológicos.

Las personas que quieran deshacerse de estas mascotas pueden entregarlas a las autoridades.