urgencias veterinarias

Cuando decidimos hacernos cargo de un perro es importante que nos informemos sobre sus cuidados y esto incluye saber qué hacer en el caso de que se presenten determinadas urgencias veterinarias. Por eso en este artículo os vamos a dar unas breves indicaciones de cómo actuar en los primeros instantes hasta que pueda ser atendido por un veterinario.

Cómo reaccionar ante las siguientes urgencias veterinarias en perros

Unas pautas sobre cómo debe actuar el propietario en los primeros instantes de urgencias veterinarias concretas. En la inmensa mayoría de los casos deberemos acudir al veterinario para que reconozca al animal y descarte el peligro.

  • Ataque epiléptico

    Colocar al perrito en un sitio cómodo donde no se pueda lesionar. Si hay otros animales, mantenerlos alejados. No sujetarles nunca la lengua ya que nos podrían morder. Tener paños o toallas a mano por si se orina. Intentar recordar la fecha, hora y duración del ataque para informar en urgencias veterinarias. Es fundamental mantener la calma (aunque sea complicado) e intentar calmar al animal.

  • Vómitos

    Retirarle la comida y el agua, dejándolo en ayunas durante 6-8 horas. Si cesan los vómitos, probaremos con un poco de agua y si la tolera, le daremos dieta blanda durante un par de días y poco a poco iremos reintroduciendo el pienso. En caso de que continúe vomitando, acudiremos al veterinario.

  • Golpe de calor

    Mojar todo el cuerpo del animal, poniéndole mantas húmedas por encima o incluso con una ducha, mojarlo con alcohol, darle aire con un ventilador o si es posible ponerle hielo en las ingles (no directamente, sino envuelto en un paño). Aunque parezca que se controla la temperatura, es fundamental acudir al veterinario para comprobar que no existan daños en órganos internos.

  • Ahogamiento

    Lo único que podemos hacer en este caso es abrirle la boca al perro y tirar de la lengua para abrir las vías respiratorias. Si ya está tosiendo simplemente lo dejaremos que tosa sin agobiarlo ni ponerlo nervioso, ya que es la mejor forma para que expulse la mucosidad de las vías respiratorias.

  • Atragantamiento

    urgencias veterinarias- maniobra de Heimlich

    Maniobra de Heimlich

    Si tenemos la seguridad que nuestro fiel amigo tiene algo obstruyendo las vías respiratorias utilizaremos la gravedad a nuestro favor. En perros pequeños lo pondremos boca abajo de forma que con un par de sacudidas saldrá. En perros grandes lo pondremos con las patas traseras elevadas, haciendo la carretilla. Si la situación de atragantamiento persiste, realizaremos la Maniobra de Heimlich, tal como lo haríamos con una persona y tal como muestra la imagen, presionando la boca del estomago.

    Nunca intentemos sacar un cuerpo extraño con la mano ya que podríamos hundirlo más, por lo que acudiremos lo antes posible a un centro veterinario.

  • Atropello

    Colocarlo en una superficie plana para trasladarlo al veterinario intentando moverlo lo menos posible. Si presenta heridas en la piel, lavaremos con suero fisiológico y yodo diluido y presionaremos con una gasa o toalla en caso de que existan hemorragias.

  • Mordedura

    Deberemos limpiar bien las heridas con suero fisiológico y yodo diluido y las taparemos con gasas o paños. Transcurridas seis horas se consideran infectadas, por lo que es importante que las valore un veterinario antes de que transcurra este tiempo, aunque nos parezca que no son muy graves.

Ten siempre a mano el teléfono de un veterinario de urgencias

Como os hemos explicado al principio, cualquiera de estas situaciones entraña un riesgo para nuestras mascotas y debe ser evaluada por un profesional. El único caso en el que podemos esperar a ver la evolución es en el de los vómitos, salvo que sean muy abundantes o con sangre o veamos que el estado general de nuestro perro no es bueno.

Por último, queremos haceros una recomendación: en el momento en el que llegue una mascota al hogar, es fundamental que tengáis siempre a mano el teléfono de un veterinario de urgencias para poder llamar en caso de duda o acudir si la gravedad de la situación lo requiere.