Por todos es sabido lo curiosos que son los gatos: muchas veces esta curiosidad les llevan, aun siendo gatos caseros, a investigar el exterior sin ser conocedores de los peligros que esto puede llegar a entrañar para ellos.
Algunos de estos peligros son muy evidentes, como el hecho de que al salir al exterior el gato pueda acabar perdido o atropellado. Sin embargo, otras veces los peligros a los que se enfrentan nuestros felinos no son tan claros, son peligros en forma de enfermedades, que pueden tener consecuencias fatales. A continuación relataremos algunas de las principales enfermedades causadas por la exposición al exterior de los gatos y como evitarlas en la medida de lo posible.
Haemobartonella Felis
Se trata de una bacteria que vive en la superficie de los glóbulos rojos y los destruye causando graves anemias. Se trasmite principalmente mediante la picadura de pulgas infectadas con esta bacteria, de manera que los animales que más expuestos se encuentran son aquellos gatos que, o bien viven en el exterior, o bien viven en interior pero tienen algún tipo de contacto con el exterior.
Se han llegado a describir casos incluso en gatos que solo tenían acceso al exterior en las terrazas de los edificios donde vivían; y es que estas pulgas pueden estar presentes en las palomas que se posan en nuestros balcones. La mejor forma de prevenir esta enfermedad es siguiendo una correcta desparasitación frente a las pulgas antes de que nuestro gato salga al exterior.
Leucemia Felina
Consiste en un virus que infecta a las células del sistema inmunitario dañándolas o destruyéndolas. Como consecuencia se produce una inmunosupresión, es decir los gatos que presentan este virus tienen un sistema inmune muy debilitado, esto hace que cualquier otra enfermedad que adquieran pueda ser muy grave para ellos.
La mayor concentración del virus se encuentra en la saliva de los gatos infectados por lo que en gatos con acceso al exterior una forma habitual de adquirir la enfermedad es por mordedura de un animal infectado.
La enfermedad también puede trasmitirse por contacto con orina o heces que contengan el virus. El virus de la leucemia felina puede prevenirse mediante la vacunación por lo que es imprescindible que nuestro gato se encuentre vacunado antes de salir a la calle. Se estima que entre el 80 y 90% de los gatos infectados mueren entre 6 meses y 3 años después de haber sido diagnosticados.
Inmunodeficiencia felina
Se trata de un virus que afecta a las células del sistema inmune (glóbulos blancos o leucocitos) destruyéndolos o dañándolos. Este virus es muy similar al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y causa en los gatos síntomas similares a los que el VIH produce en personas, sin embargo el virus de la inmunodeficiencia felina es específico de gatos y no hay riesgo de trasmisión a humanos.
Como afecta a los glóbulos blancos se produce un deterioro de la función inmunológica, por tanto los gatos que la padecen son más propensos a adquirir otras enfermedades. La forma más corriente de trasmisión es mediante mordedura de un animal infectado a un animal sano ya que la saliva del gato infectado contiene gran cantidad de virus, es por esto que animales con contacto con el exterior y por tanto expuestos a peleas con otros gatos tienen mayor riesgo de adquirir la enfermedad.
No existe un tratamiento preventivo para esta patología, sin embargo se puede reducir la posibilidad de adquirirla mediante la castración, especialmente en machos, ya que los gatos castrados son menos propensos a pelear con otros sobre todo cuando hay una hembra en celo.
Gripe felina
Los causantes de la enfermedad son dos virus: calicivirus felino y herpesvirus felino. Esta patología se caracteriza por producir conjuntivitis, rinitis con descarga nasal y estornudos. Suele afectar principalmente a gatos jóvenes, pero también a gatos viejos y a gatos inmunosuprimidos (como por ejemplo por leucemia o inmunodeficiencia).
En general no se trata de una enfermedad mortal aunque en ocasiones sobre todo en gatos mayores o inmunodeprimidos puede complicarse y tener un desenlace fatal. El contagio se produce a través de las secreciones nasales, lagrimales y de la saliva de los animales infectados. Existe vacuna frente a los dos virus, por lo que es recomendable vacunar a nuestros gatos frente a esta enfermedad antes de que tengan contacto con el exterior.
En cualquier caso si tienes alguna duda sobre las medidas a adoptar antes de que tu gato salga al exterior no dudes en contactar con nosotros, te proporcionaremos toda la información necesaria.