enfermedades más comunes en gatos

En nuestro centro estamos acostumbrados a visitar gatos a diario. Por nuestro rincón del gato (sala de espera exclusiva para gatos)  han pasado miles y miles de ellos. Así que estamos más que familiarizados con sus diversas patologías. Por eso, hemos pensado hacer una pequeña guía de las enfermedades más frecuentes que afectan a esta especie, que pueda orientar a los propietarios que tengan dudas.

Si hace poco tiempo que tienes un gato o si estás pensando en adoptar una de estas apasionantes mascotas, te vendrá bien esta información sobre las posibles enfermedades que tu minino puede padecer.

Descubrirás la conveniencia de una adecuada prevención veterinaria, ya que muchas de estas enfermedades pueden tener consecuencias graves, e incluso mortales, si no se diagnostican y tratan a tiempo.

10 enfermedades frecuentes en gatos

Trastornos  gastrointestinales

Más comunes en gatos jóvenes. Virus, parásitos e infecciones de carácter bacteriano son las causas más frecuentes de estas molestias que, por otra parte, pueden ser muy variadas. Los síntomas más habituales son los vómitos, diarreas, inapetencia, falta de apetito…

Enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD)

La enfermedad del tracto urinario inferior es una de las urgencias más habituales que solemos atender en gatos. Entre las causas que la originan, parecen combinarse el estrés, una dieta inadecuada, falta de agua (ya que el gato es un animal que bebe poco por naturaleza), obesidad… El síntoma más evidente es la incapacidad de orinar, por eso la vejiga de la orina se encuentra llena, también sangre en la orina, orinar fuera de su bandeja en estados iniciales, etc.

Cistitis

En este caso, son los gatos mayores los que la padecen con más frecuencia. Puede ser causada por infecciones bacterianas, aunque la mayoría de las veces nos encontramos con formación de cristales y cálculos urinarios. En este caso la vejiga de la orina se encuentra vacía. También se producen inflamaciones estériles como la cistitis idiopática felina. Entre los síntomas principales: sed exagerada, dolor al orinar, ausencia o  aumento de la frecuencia de micción, lamido genital, vómitos, orinar fuera de la bandeja de arena…

Asma felino

Otro problema que solemos ver en consulta. Los gatos pueden desarrollar diferentes alergias: a determinadas plantas, polen, humo del tabaco, picaduras de pulga, alimentos, etc. Los síntomas que te permitirán identificar este problema son los estornudos, tos, secreción nasal y ocular, infecciones cutáneas, diarreas…

Leucemia felina

Es un tipo de virus que se transmite a través de los fluidos (sangre, saliva, orina…). Es importante detectarla en gatitos adoptados de refugios o recogidos de la calle. Los pacientes que nos llegan aquejados de esta enfermedad suelen ser ejemplares jóvenes. Se presentan con un cuadro de síntomas que incluye o combina falta de apetito, anemia, tumores en casos avanzados, debilidad… Es posible vacunar contra esta enfermedad, pero debes consultarnos primero para realizar una analítica sanguínea previa. Es fundamental su prevención temprana y su detección mediante nuestro test de diagnóstico rápido de leucemia.

gatos

Inmunodeficiencia felina

Siempre insistimos en el diagnóstico precoz de la inmunodeficiencia felina. El lentivirus es el causante de esta enfermedad que puede llegar a tener consecuencias fatales. No existe vacuna para ella ni un tratamiento que pueda curar este VIF (Virus de la Inmunodeficiencia Felina). También se conoce como el sida de los gatos. Por lo general, los casos que nos encontramos suelen darse en gatos no esterilizados. Su transmisión se produce por el contacto entre gatos a través de la saliva o mordedura de otro animal infectado. Ente los síntomas más corrientes, aunque son muy inespecíficos: patologías respiratorias, infecciones intestinales, pérdida de peso, infecciones en la boca…

Panleucopenia felina

También llamada “moquillo felino”, es una enfermedad mortal causada por un parvovirus. Aunque existe vacunación, también solemos tratarla sintomatológicamente y con abundante hidratación intravenosa. Se trata de una gastroenteritis infecciosa cuyos síntomas más frecuentes son: fiebre, deshidratación, vómitos, diarrea, hipotermia…

Otitis

Los gatos también padecen otitis, que es una inflamación del conducto auditivo, causada por ácaros u otros parásitos, hongos o bacterias. Te darás cuenta de que tu gato la padece porque se rascará continuamente y se mostrará incómodo e intranquilo, quizá también haya un aumento de la secreción y ladeo de cabeza. La otitis suele cursar con dolor y puede llegar a afectar al oído medio y producir una pérdida de audición.

Conjuntivitis

Los gatos que nos visitan con conjuntivitis suelen llegar a consulta con lagrimeo excesivo o exceso de legañas, como síntomas principales. La mucosa del ojo se inflama y, si no se trata a tiempo, puede afectar a la visión. Ocurre en gatos de todas las edades. Alergias, infecciones y suciedad ambiental, entre otros, son factores que pueden desencadenar este trastorno. No olvidemos que en viviendas que conviven varios gatos, a menudo estos se pelean y muchas veces se lesionan los ojos con las uñas.

Peritonitis infecciosa felina

Esta enfermedad infecciosa mortal afecta principalmente a gatos jóvenes en su forma húmeda, pero también puede afectar a animales más mayores en su forma seca. Entre los síntomas más habituales que presenta destacan la fiebre, anorexia, acumulación de líquido en abdomen y otros órganos del cuerpo. El virus que la origina pertenece a la familia de los ahora famosísimos coronavirus, pero no afecta ni a humanos ni a perros. No se conoce tratamiento capaz de curar la peritonitis infecciosa felina (PIF), aunque sí existe vacuna y medicación para atenuar los síntomas. Consulta este caso clínico de un gato con Peritonitis Infecciosa Felina.

Para terminar, si tu amigo bigotudo suele salir al exterior o en caso de escapadas furtivas, te recomendamos la lectura de este artículo sobre las enfermedades que puede contraer tu gato al salir al exterior.

Ahora ya tienes una ligera aproximación a las patologías más frecuentes que tu gato puede sufrir. Como colofón, es importante que tengas presente que la mejor prevención es seguir la pauta de vacunación prescrita y visitar con regularidad al veterinario. ¡Te esperamos!